Tanto Leonardo Sanz como Gregorio Soriano desarrollaron toda su actividad en la Sierra de Madrid, construyendo numerosos proyectos de vivienda. Fueron peones, jefes de obra, arquitectos y en ocasiones promotores. Construyeron con el material de la zona, el granito de ls Sierra de Guadarrama, a base de martillo y cincel, construían muros de piedra sin maquinaria auxiliar, con sus propios medios, prefabricaban las viguetas y cuando había escasez, construían con lo que tenían a su disposición, haciendo una arquitectura de calidad que perdura en el tiempo, así como su legado y todo lo que pude absorber viéndoles trabajar.